A qué llamamos dieta de la zona
La dieta de la zona es una de las dietas sanas más populares y caracterizada por lograr el correcto equilibrio hormonal. La zona es ese estado en el que cuerpo y mente colaboran de una forma perfecta.
Se trata de una dieta equilibrada constituida por todos los grupos de nutrientes.
Hidratos de Carbono (40%)
Frutas y verduras
Proteínas (30%)
Pescado, carne magra, clara de huevo, leche semidesnatada y quesos bajos en grasa
Grasas (30%)
El aporte de ácidos grasos Omega 3 es imprescindible en esta dieta, alimentos tales como grasas de pescado y vegetales, aceite de oliva, frutos secos y aguacates.
Qué importancia tiene hacerla
Con ella podemos comer cualquier alimento así como mezclarlos libremente entre ellos sin tener que pesarlos
Disminuye la sensación de hambre entre comidas
Nos dice cómo debemos de alimentarnos de manera correcta
Aporta beneficios adicionales para nuestra salud
Qué nos aporta para la salud
Permite mantener la estabilidad en los niveles de glucosa e insulina y nos permite controlar los eicosanoides proinflamatorios
Nuestra piel estará más sana y el cabello y uñas más fuertes
Se incrementa nuestra capacidad antioxidante y disminuye la aparición de radicales libres, cosa fundamental para que el proceso de envejecimiento sea más lento
Hace más fuerte el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico
Ayuda a prevenir y mejorar las enfermedades crónicas
Trucos que te permitirán no salirte de la Zona
Debemos comer fruta y verdura, es decir, hidratos de carbono de reducida carga glucémica que no estimulen la insulina en niveles altos, junto a proteínas y grasas en las proporciones 40-30-30, mencionadas anteriormente.
Realizar ejercicio físico, ya que es obligatorio en la dieta de la zona. Se recomienda practicar ejercicio de una manera moderada, como por ejemplo, caminar mínimo 3 horas por semana.
Hacer un horario fijo de las comidas que hacemos:
No podemos dejar que pase más de 1 hora desde que nos levantamos hasta que desayunemos.
No podemos dejar que pasen más de 5 horas entre las comidas, por lo que dividiremos las tomas en tres comidas principales y dos más pequeñas.
Disminuir todo lo que podamos la ingesta de hidratos de carbono simples como azúcar, bebidas azucaradas, dulces, etc.
Disminuir el consumo de pan, pasta, arroz y en general, de todos los alimentos procedentes de cereales que hayan sido refinados.
Tomar Ácidos Grasos Omega 3 diariamente en las comidas.
En este tipo de dietas sanas, se debe disminuir el consumo de cafeína como el café y el té, pues a pesar de que no poseen calorías, son estimuladores muy poderosos de los niveles de insulina, por lo que está recomendado no tomar demasiado, y si se hace, que sea junto con otros alimentos, ya que éstos ayudarán a frenar el aumento de insulina que se produce al consumir cafeína.
